Archive for the ‘organización’ Category

Se estudia para olvidar, los colegios preparan para el pasado y los más listos del cole no triunfan en la vida

lunes 30 junio 2008

Mis hijas acaban de terminar las clases del colegio y esto me trae muchas ideas a la cabeza:

  • «En el colegio se estudia para olvidar, a los 3 días a los niños se les han olvidado la mayoría de las cosas que han estudiado», comentaba Julio, el director de infantil de La Salle. Lo que no olvidan son los posos de la educación: los valores que se les transmiten. El esfuerzo, el compañerismo, la honestidad, el ser hombres para los demás que me enseñaron los Jesuitas en el Recuerdo.
  • «Los colegios prepararan a los alumnos para el pasado«, dice Spencer Kagan, experto en aprendizaje cooperativo. Él propugna un sistema de enseñanza que sitúa la participación de los alumnos y su interrelación en el aula en el centro del sistema. Un método que se ajusta mejor a lo que los chavales se encontrarán en el mundo laboral: trabajo en equipo, entornos interactivos y la necesidad de actualizar continuamente conocimientos.

    El aula se organiza en grupos de cuatro alumnos, y se pide que todos los equipos encuentren la solución a un problema. Se les pide también que todos sus integrantes sepan explicarlo, porque después se elegirá a uno de ellos para que exponga la respuesta. Hablarán, discutirán, y se enseñarán entre ellos. Y si se han atendido una serie de aspectos (cuántas personas hay en cada grupo, qué alumnos lo componen, cómo se reparten el trabajo), el resultado será que todos habrán participado. Un método utilizado en las escuelas de negocio, más atractivo y que aprovecha las habilidades y modos de inteligencia de cada uno.

  • «¿Te has dado cuenta de que los más «listos» del colegio no han triunfado en la vida?». Esto es lo que afirma Paul Arden en su libro «It`s Not How Good You Are, It`s How Good You Want to Be» (lo recomiendo). En el colegio se aprenden hechos conocidos. Hay que acumular y recordar. Cuanto más se recuerde, mejores notas. A los que fracasan en el colegio o no les interesan los hechos, o quizá la forma en que los cuentan, o simplemente no tienen buena memoria. Eso no significa que sean estúpidos, sino que la enseñanza académica no ha sabido estimular su imaginación.

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Se avecinan cambios en la organización de las empresas

jueves 19 junio 2008
Siempre me gusta leer a José Antonio Marina, porque además de filósofo y ensayista, es un gran especialista en inteligencia y pensamiento divergente. No da puntada sin hilo, como ya nos indicaba en las 8 claves para enfrentarte a tu miedo.

Líderes y liderazgo

Según Marina, la tarea fundamental del líder es emocional. «Tiene que saber crear el ambiente propicio para que cada uno saque lo mejor de sí mismo«. Otro rasgo que lo define es la capacidad para ver oportunidades donde otros no ven nada.

A la hora de valorar un candidato a un puesto de dirección, nos recomienda que hay rasgos más importantes que la inteligencia, tal como saber cómo esa persona es capaz de llevar los proyectos a la práctica, que es lo importante. Está muy bien adquirir conocimientos, pero lo importante es saberlos aplicar al mundo real. Esta habilidad tiene más que ver con la capacidad para soportar tensiones, con saber movilizar a los demás y con tener una visión optimista, pero no irresponsable, de las cosas.

Para ello es importante que se eduque más pensando en el trabajo. Hay que fomentar las competencias de un perfil emprendedor y enseñar a los alumnos cómo pasar de un proyecto a la acción.

Cambios en las organizaciones

Marina cree que se avecinan cambios en la organización de la empresas. En la función jerárquica, el que está arriba es el que sabe lo hay que hacer, pero hoy los entornos son demasiado complejos, no hay soluciones estándar y las que se encuentran es posible que, además, sirvan para muy poco tiempo. Así que es más necesario que nunca aprovechar el conocimiento de todos, la inteligencia compartida, el talento para evaluar los proyectos y ponerlos en marcha.

Antes, en Europa nos burlábamos de los sistemas japoneses, porque escuchaban las ideas y las opiniones de los de abajo. Hoy sabemos que tardan más tiempo en diseñar una solución, pero luego son muchísimo más efectivos. Hay que fomentar la creatividad por la necesidad de encontrar respuestas alternativas que tenemos. Además, una habilidad muy buscada es la capacidad de detectar problemas, pero la gracia es hacerlo con anterioridad a que se hayan convertido en problemas.

Voluntad y motivación

Para él, no es cierto que no se puedan hacer cosas si no se tiene autoestima. La voluntad consiste precisamente en poder hacer algo aunque no estés motivado para hacerlo. En el entorno empresarial, cuando hay que hacer algo, se tiene que hacer, independientemente de cómo tengas la motivación y la autoestima. Hoy en día se ha perdido de vista que somos instrumentos dentro de un proyecto, y ese proyecto no puede fallar por cuestiones de sentimientos personales. Es cierto que la motivación es uno de los grandes dinamizadores del ser humano, pero de ahí a que no se pueda hacer nada sin motivación hay un trecho.

Respecto a la responsabilidad social empresarial, las multinacionales han descubierto que si actúan bien en el campo de la RSE pueden crear una mayor vinculación con el empleado.

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Vía: CincoDías

Tipos de trabajadores: entre el saber y el querer

viernes 23 noviembre 2007

Hace unos días, hablando con Nuria Hernández, del diario Qué!, me comentaba que estaba preparando un reportaje sobre tipologías de compañeros de trabajo, y le estaba costando encontrar información. La verdad es que no hay casi datos sobre ello en Internet, pero encontré una anotación bastante interesante en el blog de David Monreal , que os recomiendo.

En nuestro entorno podemos encontrarnos diversos tipos de personas. El trabajo es un micro cosmos en el que tenemos que convivir unos con otros, pero cada uno enfoca su carrera profesional de diversas maneras.

Hay cuatro grandes tipos de trabajadores definidos por dos parámetros saber y querer:

  • Los que saben y quieren: estos son los que tienen la capacidad, el conocimiento y el interés por mejorar. Quieren progresar, crecer y aprender más.
  • Los que saben y no quieren: terriblemente desmotivados se dedican a tomarse sus tareas de forma reactiva, a la espera de recibir instrucciones. Hacen lo mínimo, pero sus habilidades técnicas les permiten sobrevivir en el entorno.
  • Los que no saben pero quieren: en este grupo se encuentra el mayor potencial de una Compañía, se muestran muy activos e intentan aprender cuanto pueden para mejorar.
  • Los que no saben ni quieren: los trabajadores dentro de esta categoría son pasivos y desequilibran a los equipos de trabajo. Normalmente no se esfuerzan en aprender ni en mejorar sus metodologías.


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Imagen: Stock.xchng

Las empresas necesitan menos comunicación y más claridad de ideas

miércoles 14 noviembre 2007

Las compañías no necesitan realizar más acciones de comunicación para conseguir sus objetivos. Lo que realmente necesitan es tener más claridad:

  • Claridad sobre la visión de la compañía
  • Claridad sobre adónde quieren que se dirija la compañía (a corto y largo plazo).
  • Claridad sobre cómo la compañía llegará hasta allí.
  • Claridad sobre los roles individuales y sobre cómo esos roles crean valor y ayudan a avanzar hacia la visión deseada.
  • Claridad sobre cómo se tienen que entrelazar los roles para conseguir resultados sobresalientes.

Cuando las personas le piden a un líder que comunique, normalmente le están pidiendo más claridad. El miedo, la incertidumbre y la duda no se eliminan simplemente por comunicar. Para conseguir un nivel necesario de confianza, el líder debe tener claros los valores, propósitos y la visión.

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Movimientos estratégicos, de Jorge A. Vasconcellos

domingo 11 noviembre 2007

Jorge A. Vasconcellos toma como punto de partida batallas históricas para analizar las estrategias que llevaron a diversos ejércitos a triunfar en los enfrentamientos y propone catorce estrategias para incrementar la ventaja competitiva de una organización: ocho de defensa y seis de ataque. El objetivo de estas estrategias es indicar, desde el punto de vista empresarial, cuándo atacar y cuándo defender; cuándo entrar en el campo de batalla o emprender la retirada, cuándo formar alianzas, cómo atacar en solitario, cuándo flanquear o rodear a los oponentes y, sobre todo, qué tácticas utilizar para cada situación.

En Movimientos estratégicos el autor ilustra estas estrategias analizando compañías tales como Hewlett Packard, Ford o Kodak. En estas comparaciones identifica qué tipo de ataque o de defensa ha utilizado la empresa mencionada y si esa estrategia fue la adecuada para hacerla triunfar, o por el contrario, para empeorar la situación. Es un libro técnico y práctico que incluye detalladas explicaciones sobre cuándo y cómo debe reaccionar una organización ante las circunstancias del mercado.

Uno de los cuatro principios fundamentales de este libro dice: «No hay nada escrito de antemano. Uno puede ser pequeño y triunfar, y por la misma razón, ser grande y perder. Todo depende de lo bien que se apliquen las reglas de la guerra. el líder que sabe qué estrategia debe realizar, cuándo llevarla a cabo y cómo tener éxito con ella, triunfará. El líder rival perderá».

Si quieres, puedes ver en este enlace los resúmenes de más libros de gestión empresarial, comunicación y marketing.

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Los 10 pecados capitales del jefe

miércoles 12 septiembre 2007

«Toda organización precisa de una compleja cadena jerárquica para funcionar y la calidad de los jefes determinará su eficacia y viabilidad». Así empieza Manuel Pimentel un excelente artículo en Cinco Días en el que resume el libro Los 10 pecados capitales del jefe, del autor Leo Farachede.

¿Cuáles son los 10 pecados capitales de los que todo jefe debe alejarse?

1. Que el jefe no ejerza como tal. Que no mande, o que, mande demasiado. Por el conocido principio de Peter de que todos ascendemos hasta alcanzar nuestro máximo nivel de incompetencia, muchos de los que fueron eficaces compañeros degeneran al alcanzar puestos de mayor responsabilidad para convertirse en malos jefes. Para mandar, hay que saber delegar. La esencia del mando radica en la delegación de funciones y tareas a un tercero, al que debe proporcionarle las herramientas adecuadas y al que controla y evalúa. Cuando un jefe no manda, la indecisión comienza a rodar hacia abajo para convertirse en una gran bola de nieve con mezcla de incertidumbre, tedio y desmotivación.

2. Que el jefe mande, pero no lidere. Tomar decisiones, pero ser incapaz de convertirlas en algo que los demás compartan. Existen jefes que parecen empeñados en distanciarse de sus subordinados, lo que hace imposible su liderazgo. Una de las características del líder es su capacidad para crear un equipo. Consigue que el conjunto esté por encima de la suma de las individualidades.

3. El jefe es muy prepotente.

4. Oír pero no escuchar. Escuchar lo que no se quiere oír es incómodo, difícil, pero necesario. El buen jefe que sabe escuchar obtiene valiosa información que le hace cuestionarse decisiones y formas de funcionamiento: tendrá más probabilidades de acierto. No escuchar mata. La empresa que no escucha a sus trabajadores, proveedores y clientes, muere.

5. Peder el control. Ya escribió Albert Einstein que dar ejemplo no es la principal manera de influir en los demás: es la única manera.

6. Anteponer los resultados concretos a hacer las cosas bien. Transmitir que uno quiere hacer las cosas bien, tiene mucho más fundamento que definir el objetivo en una cifra nominal e imponérselo a los demás. En la carrera por la calidad no existe línea de meta, nos recuerda Kearns.

7. No despedir a los empleados o directivos perjudiciales.

8. No pensar antes que nada en los clientes. Aunque todas las empresas dicen orientarse al cliente, el jefe es, en muchas ocasiones, el principal entorpecedor de este noble propósito.

9. Tener miedo, o dividir. El miedo paraliza a las personas y organizaciones. Y, lo que es aún más grave, el miedo a los posibles competidores internos obsesiona a los malos jefes, más pendientes de sobrevivir que de la eficacia de su gestión.

10. Ser injusto. Justicia es el deber de dar a cada cual lo suyo, tarea nada fácil en el seno de una empresa.

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II Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles

lunes 10 septiembre 2007

Los días 6 y 7 de noviembre, tendrá lugar en la Universidad San Pablo-CEU el II Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles, que estará dedicado a “Horarios, conciliación y productividad”.

El Congreso está organizado por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles. Su director, Ignacio Buquera, defiende la necesidad de unos horarios racionales. El objetivo de ello es:

  • Conciliar nuestra vida personal, familiar y laboral
  • Hacer factible la igualdad
  • Mejorar nuestra calidad de vida
  • Dormir el tiempo suficiente
  • Favorecer la salud
  • Aumentar la productividad
  • Disminuir la siniestralidad
  • Apoyar el rendimiento escolar
  • Facilitar la globalización
  • y en definitiva, dar mayor valor al tiempo.

Todo esto pasa, por racionalizar nuestros horarios, hacerlos más humanos, más europeos.

Puedes ver el preavance de programa del II Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios en este enlace.

¿En qué consiste innovar?

martes 4 septiembre 2007

Hace unos meses la Fundación de la Innovación Bankinter trajo a Madrid a Larry Keeley, consejero delegado de la consultora Doblin Group para hablar de I+D+i. Aquí van algunas de las perlas que dijo:

– «Las empresas están obsesionadas con crear nuevos productos y así creen que innovan, cuando la clave está en aplicar de manera inteligente lo que ya existe«.

– «Para innovar, no importa quién inventó la bombilla, sino saber cómo encenderla. Fíjense en Helsinki, una ciudad que durante la mayor parte del año no tiene luz. Hace años decidieron contratar un sistema de iluminación mediante el que sus edificios proyectan una luz para que la piel genere vitamina D y las calles tienen sensores que detectan la presencia humana. ¡Y no han inventado nada!»

– «Innovar es duro: el 95,5% de las veces los esfuerzos no sirven para nada y sólo conducen a un sitio: el fracaso. ¡Abandonen de una vez el brainstorming! Utilicen la disciplina por encima de la creatividad, porque innovar no es un juego. Es algo brutalmente frustante. De los 10.000 productos inventados en los últimos años, menos del 2% generan más del 90% del valor.»

Mark Ciccone, miembro del Monitor Network Team, también comentó cosas como:

– «La innovación es tan importante porque hace crecer las ventas, porque atrae a los mejores talentos jóvenes, porque es la que capta las mejores ideas por parte de los proveedores -siempre les gusta estar asociados al ganador-, aporta algo nuevo al mercado y consigue una prima para los accionistas de entre un 5 y un 10%».

– «Erróneamente, el 74% de los consejeros delegados definen la innovación como «hacer las cosas de forma diferente»».

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El talento funky: el talento mueve al capital

miércoles 18 julio 2007

Kjell Nordström y Jonas Ridderstråle son autores de los libros Funky Business (el talento mueve al capital) y Karaoke Capitalism (management para la humanidad) y están situados en el noveno puesto de Thinkers 50. Cada vez que hablan dicen cosas interesantes. Estas son algunas de sus ideas sobre el talento funky.

  1. Ser funky es ser diferente, trabajar con originalidad y no ser una fotocopia. Esta es la única manera de ser realmente competitivos en el mundo actual. En este mundo en el que tenemos demasiado de todo, sólo sobrevivirán los negocios que tengan una receta original. Todo depende de ser creativo y ofrecer algo distinto. El compuesto químico está en la singularidad.
  2. No es cómodo apartarse de la multitud y ser novedoso. Imitar tiene una gran ventaja, evita pensar y reduce la incertidumbre, aunque nos aleja de la excelencia. La copia de las estrategias de negocios (p.e. benchmarking) te situa en el medio del pelotón con suerte, pero nunca en una posición de liderazgo.
  3. Innovar es arriesgar. Y riesgo es sinónimo de incertidumbre, algo que no gusta a la mayoría. Pero sin riesgo no hay crecimiento. Vivimos en la sociedad del exceso, con un exceso de empresas, empleados, ideas, productos y másters parecidos.
  4. La innovación depende de la diversidad. Ganar en diversidad es ganar en novedad. Un alto nivel de innovación depende de la apertura de una región a la diversidad y a la actividad cultural.
  5. Las sociedades actuales se componen de 3 elementos claves:
    – La tecnología: es el buque insignia de las empresas funky y principalmente crea sistemas de información.
    – Las instituciones: se ha perdido la confianza en ellas y han perdido protagonismo. Ahora la gente expresa su individualidad con el consumo. Compran para ser. Es su modo de autoexpresión y autoidentidad.
    – Los valores: ahora son temporales, de quita y pon. Se impone el mestizaje y la globalidad, pero existe un enorme vacío espiritual. Nos hemos convertido en vagabundos que no saben lo que buscan.
  6. Como consecuencia de todo esto aparece la libertad, la capacidad de elección y la individualización llevada al extremo.
  7. Ahora es vital la Gestión de las emociones. Los líderes y corporaciones sexys deben seducir apelando a las emociones. A la gente se le gana más por el corazón que por la cabeza, por los sentimientos más que por la lógica, por la emoción más que por la razón.
  8. El sistema cerebral que gobierna nuestras emociones es mucho más poderoso que el que controla el intelecto. Antes era la inteligencia emocional y ahora es el comercio emocional. No basta satisfacer las necesidades de los consumidores. Lo importante es hablar de los deseos de los clientes.
  9. Los beneficios tangibles de los productos se copian en tiempo real. Los precios también están bastante ajustados. La estandarización está de moda, y ello require una diferenciación emocional. Frente a los productos, cobran protagonismo las marcas. El marketing de los sentidos se convierte en principal aliado. El éxito está en estimular, emocionar, sorprender y seducir a los estados de ánimo.

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  1. Tom Peters: el liderazgo y la innovación
  2. Persigue el fracaso, ¡maldita sea!
  3. Secretos empresariales
  4. Las claves de la estrategia, según Porter
  5. La alquimia de la innovación

La fuerza imparable de las organizaciones sin jefe

jueves 21 junio 2007

¿Qué tienen en común la crisis de la industria discográfica y el 11S? Ambos son fenómenos propulsados por un mismo principio: el modelo de empresa centralizada. Las reglas del juego están cambiando, la ausencia de liderazgo y de organización formal se ha convertido en un valor en alza que está poniendo patas arriba el mundo de la industria y la sociedad.

Por naturaleza, todos cuando contemplamos el mundo que está fuera de nuestro cerebro buscamos un orden, tratamos de encontrar jerarquías a nuestro alrededor, tanto si pensamos en una empresa como en un ejército o en una comunidad, nuestra reacción natural es preguntar: ¿quién está al mando? Pero ¿qué ocurre cuando nadie manda? Se podría pensar que todo estaría desordenado, que sería un caos pero, no es así. En muchos casos la falta de liderazgo tradicional da pie a la aparición de grupos poderosos que están poniendo en jaque el mundo empresarial.

El prototipo de organización jerarquizada se corresponde con la metáfora de la araña: si aplastamos su cabeza morirá. En cambio, el sistema abierto, descentralizado, funciona como una estrella de mar: no tiene cabeza y si cortamos una de sus patas se regenerará. Cuando Napster fue eliminado del mapa, nacieron eMule y Kazaa. Cuanto más se combate a Al Qaeda, surgen nuevas células y más poderosas.
Empresa Activa acaba de sacar a la calle el libro La araña y la estrella de mar, de Ori Brafman y Rod A. Beckstrom. Este libro muestra cómo ciertas estructuras han desestabilizado a las grandes multinacionales sin necesidad de un liderazgo en el sentido tradicional: nos enseña qué ocurre cuando nadie está al mando. Los autores analizan este proceso a través de un entramado fascinante de conexiones, de Hernán Cortés a Wikipedia, de eBay a Toyota. La descentralización no resulta sencilla para quienes están acostumbrados a organizaciones jerárquicas, pero ignorar esta tendencia puede resultar muy peligroso.

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