Fred Zijlstra, catedrático en Psicología Cognitiva y del Trabajo de la Universidad de Maastricht, asegura que las principales causas del estrés son cómo organizamos el trabajo, el clima en las organizaciones y cómo los jefes y managers tratan con la plantilla, si les apoyan o no. Aparentemente la solución no es muy compleja y máxime cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que la enfermedad mental será en 2020 la segunda causa de incapacidad laboral.
Falta comunicación en la era de la comunicación y sobra estrés. El catedrático dirigió el proyecto Stress Impact entre 2002 y 2006, financiado por la Unión Europea, que ha visto la realidad en seis países. Según Zijlstra, la principal causa del estrés es que nuestra vida laboral ha cambiado considerablemente. “Hay varios factores perversos que actúan conjuntamente. Por ejemplo, se ha incrementado la competición económica. La tecnología de la información por otro lado ha cambiado la forma en que trabajamos y también lo que esperamos del trabajo. No hace falta que estemos en el trabajo de nueve a cinco, incluso por la tarde con el ordenador podemos comprobar el e-mail o mirar internet. Y los móviles nos hacen disponibles para el trabajo 24 horas del día”.
Asimismo, el especialista asegura que «el estrés afecta a todos aquellos que les gusta trabajar duro, dan mucho de sí mismos, pero al final detectan que la organización no siempre lo reconoce y recompensa de la forma apropiada. Y no se trata de una recompensa económica sino psicológica, se trata de sentirse recompensado. Por eso es importante también que los jefes tengan las habilidades sociales adecuadas para reconocer quién está haciendo qué para poder recompensarle de la forma adecuada.»
Así, el experto concluye que es difícil un tratamiento de este mal. “Es bastante complicado. Hay que darse cuenta de que el estrés no es un problema individual, es más a nivel de la organización y tal vez social”, puntualiza.